Aunque existen materiales que se pueden utilizar como alternativas al PVC, ninguno ha demostrado ser más eficiente en la relación costo-beneficio-contaminación.
El policloruro de vinilo (PVC) es uno de los materiales más versátiles en la industria de manufactura. A partir de él pueden fabricarse desde tubos para drenaje hasta envolturas plásticas para alimentos y se le pueden agregar aditivos para que sea de cualquier color o textura o incluso puede ser tan transparente como el cristal.
En la actualidad, aproximadamente tres cuartas partes de la producción mundial de PVC se destinan al rubro de la construcción. Esto no es algo gratuito, pues es un material que puede durar décadas y contribuye a la preservación del medio ambiente por su alto potencial de reciclaje. Los aditivos o compuestos que se pueden mezclar, como retardantes a la flama, o Bióxido de carbonato para que no se decolore, contribuyen para que la durabilidad sea mucho mayor con ventajas de más de 10 años a la garantías.
Tres tipos de productos a base de PVC se utilizan principalmente en construcción:
- Perfiles para puertas y ventanas
Además de su buena durabilidad, los perfiles hechos de PVC ayudan a mantener la temperatura en interiores, se trate de calefacción o aire acondicionado. La eficiencia térmica del PVC en esta aplicación es hasta tres veces mayor que la del aluminio. - Cableado
El PVC puede soportar las altas presiones y cambios de temperatura y humedad que ocurren dentro de los muros, por lo que es una excelente opción para proteger cables de instalaciones eléctricas. - Drenaje
La tubería de PVC ayuda a conservar energía y agua, pues los tubos de este material son prácticamente inmunes a la corrosión y por lo tanto no son susceptibles de tener fugas. La frecuencia de ruptura de las tuberías de PVC es de 1% comparada con la de tuberías de metal. Además, las tuberías de PVC no acumulan sarro.
¿Qué se fabrica con el PVC restante
Mediante el uso de plastificadores el PVC puede hacerse más flexible y delgado para fabricar productos que nada tienen que ver con la industria de la construcción, pero que tienen la misma importancia para el funcionamiento del mundo actual. Entre otras aplicaciones se encuentran:
- Empaques
Además de durable, el PVC es muy ligero y en su versión flexible puede utilizarse como material de empaque para preservar la integridad de productos más frágiles, incluidos las medicinas. Las pastillas pueden almacenarse individualmente y se protegen gracias a los paquetes “blíster” hechos a base de PVC. En una versión más rígida, pero aún transparente, el PVC se usa para empacar productos electrónicos pequeños y medianos. - Cuidado de la salud
El PVC revolucionó el mundo de la medicina no sólo con los empaques para medicamentos sino también con los tubos y bolsas que se usan para administrar soluciones y sangre. Las bolsas para sangre hechas con PVC son flexibles y prácticamente indestructibles. Este material hizo posible la medicina ambulatoria y fue la base para los bancos de sangre como los conocemos. - Productos para el hogar
Gracias a su bajo costo, su durabilidad y el hecho de que es impermeable, el PVC es una opción natural para fabricar cortinas de baño, impermeables y botas.
Además de su bajo costo, los productos de PVC gozan de una gran ventaja en cuestión de seguridad. Ya sea en el ámbito de la construcción, de la salud o del hogar, se trata de un material que es resistente a la flama, por lo que tener productos de PVC en casa puede ayudar a reducir el riesgo de incendios.
Aunque existen materiales que se pueden utilizar como alternativas al PVC, ninguno ha demostrado ser más eficiente en la relación costo-beneficio-contaminación y además suponen mayores dificultades en los procesos de producción. El PVC llegó para quedarse y el único reto a largo plazo consistirá en reciclarlo de una manera adecuada para abonar aún más al cuidado del medio ambiente.